Los temas de mi interés son variados. En algunas cosas podemos coincidir, en otras no. No necesariamente vamos a ser clones unos de otros pensando de una única forma y sin matices. Yo expongo mis valores, para mi son importantes y son el fruto de casi 40 años de reflexión. Pueden estar equivocados o necesitar un retoque, un aggiornamiento o un nuevo punto de vista. Pero ojo, no siempre lo nuevo es mejor. Y no siempre lo nuevo es justo y honesto. Yo sigo en mi misión autoimpuesta de tratar de exponer porque para mí son justos y honestos los valores que defiendo. Puedo equivocarme, pero lo hare buscando la justicia.

domingo, 2 de febrero de 2014

De honestos y de valores

Amigos, mirar la foto nos mata a los argentinos. Miramos la foto y no la película. Miramos la película de un tipo q tiene una trayectoria honesta y lo criticamos por una foto sonriente con algún Kirchnerista cerca. Juzgamos una historia por el fotograma y nos creemos objetivos o serios.
Pero eso no es todo. Después la complementamos con la carencia de valores, o su distorsión que es casi lo mismo.
Porque somos así, ¿viste? Esperamos un tipo que sea honesto, que no se venda y que al menos intente hacer las cosas para el bien común y cuando lo tenés votás a otro candidato que es fruto del puro marketing. En general, tipos cuestionados, carentes de escrupulos o ideas claras, que un día son de derecha y al otro de la extrema izquierda, todo sazonado con muestras de "dinamismo y ejecutividad". 
Dejamos de lado al honesto por un hombre de papel que se mueve guiado por encuestas de opinión y que nunca va a tener una reacción real ya que todas están medidas por un director de marketing. Votamos un producto, no una persona.
¿Y nos creemos con derecho a decirnos inteligentes?
Y como sabemos, en el fondo, que la cagamos, echamos mierda encima del honesto para sentir que no tuvimos opción al votar o apoyar al malo, al chapucero, al tránsfuga, al producto.
¿Les doy un ejemplo que ya es plenamente evaluable, para no entrar en los nombres actuales? Ahí va: 
De Raúl Alfonsín se dijo que había robado hasta el hartazgo. Se puso el ejemplo de Mazorín y sus pollos (un "delito" cuya calificación es cuestionable) para justificarlo. Se habló de como había comprado hectáreas y más hectáreas de tierras en diversas zonas. Se habló de propiedades. La difamación del honesto continuó sin piedad hasta que todos perdieron de vista al honesto. Recién cuando Raúl Alfonsín murió nos enteramos que solo tenía un departamento comprado con un crédito hipotecario. ¿Y? ¿Qué hicimos mientras tanto? Les digo que hicimos, siempre hablando como sociedad. Votamos a Menem, Votamos a Duhalde, Votamos a Kirchner "él" y Kirchner "ella". Total, todos roban, ¿no? ¿Desde entonces aprendimos algo?
¡No, que va! Meses atrás nomás votamos posibles sucesores de la corrupta insana idénticos en maldad o corrupción y seguimos justificando su corrupción, incompetencia, inescrupulosidad en que "No hay candidatos honestos" "los otros son populistas" (que es como el cuco de moda, como lo fue el comunismo antes) La cosa es siempre igual y descorazonadora. Al tipo honesto le ponemos un tope que solo Cristo o Buda pueden superar con éxito. Al sucio le perdonamos todo con alguna excusa. Que lo atacan. Que tiene gestión. Que la guita la robó el padre, aunque la disfruta el hijo y nunca renunció o se arrepintió de ello. Que tiene equipo. Que tiene experiencia. No importa. Todo vale para justificarlo
pónganle los nombres que se le cante. Es más, si Ud. es de los que los defiende, seguro su cola de paja ya le tira algunos nombres y lo fuerza a salir en su defensa.
En el lugar del país que se le cante. Porque este no es un fenómeno local de Buenos Aires o la Provincia. Es una enfermedad nacional.
Es lo mismo.
Me dirás, "me inauguró una placita", "Me hizo el asfalto" "compró trenes nuevos" Te pregunto, necesitabas una placita o docentes mejor pagos para que no vivieran de paro y estropearan la educación de tus hijos y los míos?
Te pregunto, precisabas un recital de Pimpinella en la costa con un caché millonario o que el hospital publico de tu barrio tuviera tomografos nuevos?
Te pregunto, ¿precisabas trenes nuevos? quizás, si. Tenían aire acondicionado en un país de clima atroz? A cuanto se los compraron? Porque no se podía hacer acá?
El asunto es el mismo.
El honesto no es perfecto. Por ello puede cagarla. De eso no cabe dudas. Lo que queda más que claro es que el deshonesto, el que carece de valores, el inescrupuloso te va a  cagar. No importa cuanta gestión o cuanto marketing lo hayan llevado al poder.
Preguntate finalmente, ¿pones lo eventual delante de lo necesario? ¿Pones un ocasional bienestar delante de tus valores? ¿Que valores tenés?
¿Puteas por la educación y votás tipos que te pintan el cordon de amarillo contratando empresas a sobreprecio? Pensalo.


Pensá